domingo, 31 de marzo de 2019

Comprensión lectora. Haciendo amigas

Comprensión lectora. Complete los espacios en blanco con una de las cuatro opciones que se le ofrecen mas abajo: 
La ventaja de vivir en España es que __0__ me dan hecha esta página, o casi. Hoy se la brindo a la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, a cuya presidenta, Rafaela Pastor, debo el asunto. Diré de paso que escribo presidenta porque está impuesto por el uso –por eso figura en los diccionarios– y también por ese agradecimiento del que antes hablaba; __1__ presidenta es a presidente lo que amanta es a amante; y que yo __2__ ahora, sólo parturienta es de verdad parturienta y no parturiente, pues las únicas que paren son las hembras, __3__ amante, contribuyente, paciente o presidente, por ejemplo, son palabras de género neutro –aquí  sí es correcto decir género y no sexo, pues hablamos de palabras, no de personas–. Pero bueno. Igual todo esto es muy complicado para doña Rafaela. __4__ para no darle quebraderos de cabeza, iré al grano. Y el grano es que la antedicha, en nombre de la plataforma que preside, exigió hace unos días que la Real Academia Española __5__ en el diccionario las palabras miembra y jóvena, con este singular argumento de autoridad: «Si tenemos que destrozar el lenguaje para que __6__ espacios de igualdad, se deberá hacer». Y además, dos huevos duros.

                  Pero lo más bonito del aquí estoy de doña Rafaela se refiere al latín, al que acusa de originar buena parte de los males que afligen a las mujeres en España. El latín es machista y       culpable, sostiene __7__ con índice acusador. El español actual viene, según ella, de una lengua forjada en una época «en que las mujeres eran tratadas como esclavas y eran los hombres los que decidían y concentraban todo el poder». __8__ el árabe –que también tuvo algo que ver en nuestra parla– doña Rafaela no se pronuncia: sería racismo intolerable en boca de una feminata andalusí. Es sólo la lengua de Virgilio y de Cicerón __9__, a su juicio, «nos supone un lastre, __10__ validamos nuestra sociedad mirando siempre al pasado».

Haciendo nuevas amigas. ARTURO PÉREZ-REVERTE | El Semanal - 23/2/2008


Ejemplo:
0 a) a veces b) nunca c) quizá d) tal vez
1 a) en realidad b) no obstante c) pese a todo d) sin embargo
2 a) haya recordado b) recordaba c) recuerde d) recuerdo
3 a) además de b) aunque c) más que d) mientras que
4 a) Así que b) De ahí que c) Es decir d) Pero
5 a) incluirá b) incluiría c) incluya d) incluye
6 a) había b) habrá c) haya d) hubiera
7 a) apunta b) apuntando c) apuntara d) habiendo apuntado
8 a) Al b) Del c) Hacia d) Sobre
9 a) la que b) la cual c) que d) quien
10 a) ahora que b) por lo que c) ya que d) siempre que

Comprensión lectora. El doctor Martínez C1

Comprensión lectora. El Doctor Martínez, experto español en nutrición.
Señala si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas
SE TARDA MENOS de dos minutos en comprobar que el doctor Miguel Ángel Martínez-González predica con el ejemplo. Sube a pie las escaleras de la facultad hasta el segundo piso en el que imparte una clase de Bioestadística a futuros médicos, toma el café sin azúcar y, en un menú de restaurante que ofrece como alternativa lentejas, pasta y carne, elige sin dudar las legumbres.
1. El doctor Martínez es coherente en su conducta con las ideas que defiende.
2. Inmediatamente comprobamos que el doctor Martínez cree en lo que dice.
3. El doctor Martínez no come carne ni pasta.
4. El doctor Martínez quiere ser el ejemplo de los futuros médicos.
¿Por qué a la gente le cuesta tanto adelgazar? Primero, porque hay que tener mucha fuerza de voluntad para perder kilos y no volverlos a recuperar. Pero es que, además, cierta industria alimentaria ejerce gran presión para poner muchos alimentos a nuestra disposición a todas horas, a un coste muy barato y en grandes cantidades. ¿Qué es lo que está más al alcance en las estanterías de los supermercados? Alimentos ultraprocesados, con gran densidad energética porque les han metido mucha grasa, azúcar y sal, a veces en contra de la naturaleza del producto, como pasa con el kétchup. ¿Qué tendrá que ver la salsa de tomate con él? Y se vende y consume en cantidades industriales. Además, las raciones grandes y baratas hinchan a la gente. Vivimos en una cultura de sobrealimentación. Deberían hacerse más fáciles las opciones más sanas.

5. La gente que no adelgaza es porque no tiene fuerza de voluntad.
6. La industria alimentaria influye negativamente sobre la dieta.
7. Al doctor Martínez le parece que el kétchup es un alimento insano.
8. La comida barata siempre engorda más.
9. En las sociedades actuales se tiende a comer más de lo necesario.
La industria dice que no hay que demonizar alimentos, que hay que comer de todo. No se ha demostrado científicamente que comer una amplia variedad de alimentos sea mejor que restringir algunos. Pero, al productor de carne de vacuno, ¿qué le va a interesar decir? Pues que no hay que demonizar ningún alimento. La industria tiene muchos más recursos que las autoridades de salud pública para lanzar estos mensajes. Ha pasado antes. Algunas empresas de alimentación han usado tácticas similares a las que usó la industria tabacalera. Como pagar a científicos para que dijeran que el tabaco no perjudicaba la salud tanto como se creía. Se llegó a decir que los cánceres de pulmón incipientes producían el deseo de fumar para calmar el dolor. También se ha empleado dinero para desprestigiar a los epidemiólogos que trabajamos en nutrición.

10.  Es mejor comer menos cantidad de algunos alimentos que comer una dieta variada.
11. Comer una dieta variada es un error desde el punto de vista de la salud.
12.  Las industrias alimentarias financian la mentira.
13.  Los científicos se dejan pagar para difundir mentiras.
14. El doctor Martínez se ha basado en la investigación sobre el tabaco para estudiar los efectos de la dieta en la salud.

Comprensión lectora. El síndrome de Diógenes (C1)

COMPRENSIÓN LECTORA.
Se diría que cada día hay más gente que sufre el síndrome de Diógenes, porque cada dos por tres sale alguna noticia contando cómo los bomberos o la policía lograron rescatar a uno de estos enfermos, desincrustándolo literalmente del inenarrable basurero en donde habría terminado por enterrarse a fuerza de acumular y acumular desechos. La denominación del síndrome de Diógenes, hoy tan popular, fue inventada en 1975 en referencia al filósofo griego Diógenes el Cínico, que era ese sabio tan extravagante que se supone que vivía en un tonel y que le dijo a Alejandro el Magno que se apartara para que no le quitara el sol. A decir verdad, no veo que sea un nombre muy adecuado para una dolencia que consiste en atesorar frenéticamente todo tipo de cosas, porque Diógenes fue de una austeridad más bien patológica. Cuentan que vio a un niño beber agua del cuenco de sus manos, y que entonces tiró la escudilla de madera que llevaba y que, junto con el bastón y la capa, era lo único que poseía. O sea que sería justo lo contrario.
Lo que sí semeja a estos enfermos con el filósofo griego es el talante huraño, el aislamiento y la vida misérrima. Porque los afectados por el síndrome viven como si fueran los más pobres mendigos de la Tierra, aunque a menudo tengan casa propia, y aunque la hayan llenado a rebosar no sólo de basuras, que es lo habitual, sino también, en ocasiones, de objetos valiosos o dinero. Ya se sabe que muchos de estos enfermos de apariencia menesterosa fueron encontrados durmiendo sobre millones de las antiguas pesetas, o guardando cientos de miles de euros en bolsas de basura. Esto es lo que les hace tan inquietantes y tan interesantes. Quiero decir que el verdadero Diógenes nos interesa poco y no nos inquieta nada: esa desaforada hambruna de austeridad muestra un afán extremista y puritano que, por lo general, nos pilla muy lejos. Pero las pobres gentes afectadas por el síndrome nos turban y aterrorizan, porque a fin de cuentas sólo están unos poquitos pasos más allá en este loco proceso de acumulación que vivimos todos. Hijos como somos de la sociedad de consumo, vivimos neurotizados por el afán de atesorar cosas. A veces tengo la sensación de que todos o casi todos los ciudadanos occidentales padecemos el síndrome de Diógenes, sólo que en sus estadios más benignos. Somos unas malditas urracas.
¿Hace mucho que no se ha parado un instante a revisar, con ojos analíticos, toda la mugre inútil que acumula en su casa? Cajones y cajones llenos de objetos muertos, cuidadosamente guardados allí algún remoto día pero hoy olvidados por completo. Armarios que son como la cueva de Alí Babá, repletos de bultos y artículos innecesarios. Bibelots y cacharritos y regalos arrumbados en cualquier parte. Agendas viejas, móviles en desuso, cables inclasificables e incomprensibles provenientes de antiguos aparatos eléctricos, cargadores de otros aparatos que tampoco tenemos, cámaras de fotos antediluvianas, montones de pares de gafas inservibles, teclados de ordenadores viejos que no nos atrevemos a tirar, baterías gastadas, guantes descabalados. Y ropa. Ropa vieja, ropa estrecha, ropa fea que nunca nos ponemos. Zapatos, bolsos, cajas, maletas abolladas. Herramientas oxidadas o rotas. Guardamos las cosas más increíbles. Seguro que si vacía ahora mismo el cajón de su mesa de despacho encontrará media docena de objetos alucinantes y que ignoraba por completo que tenía.
La sociedad de consumo en la que vivimos ha llegado a tal extremo de aceleración, a tal perversión en la abundancia, que se ha convertido en la apoteosis del desperdicio. Quiero decir que, en el mismo instante en que compramos una cosa, ese objeto se comienza a transmutar en un desecho. Y así vivimos, rodeados de rutilantes detritus, perdidos en un mar de posesiones absurdas. Náufragos en mitad de la inutilidad de nuestras cosas. Ahora, cuando morimos, dejamos atrás, principalmente, un montón de basura. Las casas de los muertos han de ser vaciadas de mugre, de la misma manera que los bomberos vacían la porquería acumulada por los enfermos del síndrome de Diógenes. En mi última mudanza tomé la decisión de tirar a la basura, sin revisarlo, el contenido de los cuatro cajones de mi mesa de trabajo, que estaban atiborrados de cosas. Eso fue hace diez años, y nunca eché de menos nada. Ojalá fuera capaz de hacerlo todos los días.
Rosa Montero 03/05/2007. Todos tenemos el síndrome de Diógenes
SELECCIONE LA RESPUESTA CORRECTA:

1. ¿Por qué piensa la autora que cada vez hay más gente con el síndrome de Diógenes?
a. Porque con mucha frecuencia los medios de comunicación hablan de estas personas.
b. Porque la policía y los bomberos se ocupan de estas personas.
c. Porque en la actualidad estas personas son noticia.

2. ¿En qué se parecen los que sufren el síndrome de Diógenes al filósofo griego?
a. En su soledad y en su carácter.
b. En que son pobres y miserables.
c. En que tienen muchísimo dinero.

3. ¿Por qué son tan inquietantes y tan interesantes estos enfermos?

a. Porque quieren vivir de manera austera.
b. Porque pasan hambre.
c. Porque su comportamiento es patológico.

4. La sociedad de consumo genera:
a. Que seamos más avaros.
b. Que seamos más neuróticos.
c. Que consumamos lo que no necesitamos.

5. ¿Por qué se alegra la autora de haber tirado el contenido de los cuatro cajones?
a. Porque puede vivir sin ellos y es absurdo guardar por guardar.
b. Sólo tenían basura.
c. No quiere tener el síndrome de Diógenes.



miércoles, 27 de marzo de 2019

LECTURA Y COMPRENSIÓN ORAL INDIGENISMO

Indigenismo  Jon Juaristi
Hace treinta años, el escritor norteamericano Patrick Tierney publicó un libro en el que daba cuenta de los resultados de su investigación sobre rumores acerca de recientes sacrificios humanos en comunidades indígenas de la región andina en torno al lago Titicaca. En The highest altar (1989), publicado en España dos años después por Muchnik Editores con el título de Un altar en las cumbres, Tierney atribuía este supuesto retorno de la inmolación ritual de víctimas humanas a un sincretismo entre las antiguas creencias prehispánicas y los cristianismos evangélicos. Documentó tres casos de sacrificios en la zona de Yunguyo, entre 1982 y 1987. Según sus informantes, los tres habrían sido ordenados por hombres ricos y llevados a cabo por chamanes locales. «Los peores elementos del pasado andino –escribía Tierney– estaban siendo utilizados por poderosos empresarios [de la coca] para mejorar sus negocios».
Tres décadas después, el fantasma de los sacrificios humanos vuelve a transitar por los mismos escenarios. A finales de 2013, el Ministerio de Justicia boliviano reconoció que se habían cometido ese año en el país setenta y nueve linchamientos. Las víctimas habían sido quemadas o enterradas vivas en la mayoría de los casos, lo que sugería la existencia de un patrón ritual. Por su parte, los linchadores y sus convecinos apelaban a una justicia indígena ancestral. Los linchados eran pequeños delincuentes, violadores, asesinos algunos de ellos, pero, por lo general, ladrones y rateros de poca monta. Ladrones de pobres, eso sí, protegidos, según sus verdugos, por una policía venal que desoía las denuncias o los ponía en la calle nada más detenerlos.
Desde entonces, los linchamientos se han multiplicado en Bolivia y se extienden con rapidez a otros países. Los antropólogos más serios (y más críticos que Tierney con las declaraciones de sus informantes) niegan que tengan relación alguna con sincretismos o antiguas justicias comunitarias. Las formas en que se producen los linchamientos son muy variadas. Aunque el fuego parece ser la preferida, también se dan ahorcamientos, apaleamientos e incluso otras más refinadas, como atar a la víctima, untada de miel, junto a un hormiguero. Según los antropólogos, se trata de una violencia urbana, suburbial, característica de sociedades desestructuradas. La invocación a una justicia ancestral que los propios linchadores desconocen (y que, en realidad, debe mucho a los discursos indigenistas de Evo Morales) parece responder a la necesidad de dar algún sentido a una violencia caótica y reactiva, nacida de la angustia que produce saberse inerme y desprotegido ante la violencia criminal.
Lo que no parece ser casual es que estos fenómenos supuestamente atávicos se produzcan en un espacio y en un tiempo caracterizados por el retorno del nacionalismo revolucionario, es decir, por el avatar del comunismo en la América hispana tras la caída del sistema soviético. En los países donde ha logrado imponerse, como en Bolivia o Venezuela, el Estado ha perdido su función primordial, la de asegurar la protección de los ciudadanos mediante el monopolio de la violencia legítima, en beneficio de la inveterada concepción comunista del Estado como instrumento de la revolución. Pero cuando el Estado renuncia a su función primordial, sea por complicidad con el crimen o por lenidad buenista, la sociedad le arrebata el monopolio de la violencia, y florecen el crimen organizado, el terrorismo y las diversas variantes de la venganza privada. Entre ellas, el linchamiento, que es la violencia de las víctimas cuando se les priva de la justicia y del amparo de la ley.

COMPRENSIÓN:
-Señala el significado de las palabras siguientes en el contexto en que aparecen: indigenismo, inmolación, chamanes, sacrificios humanos, ritual, linchar/linchamiento, patrón, sociedades desestructuradas, ancestral, avatar, inveterada, lenidad buenista, reactiva, atávico.

Elige la respuesta que mejor refleje el sentido general del texto.

1. Las investigaciones de Thierney pretendían demostrar que los sacrificios humanos:

a) se debían a antiguos rituales religiosos indígenas.
b) estaban causados por una interpretación del Evangelio
C) Obedecían a una mezcla de la fe cristiana y la precolombina.

2. Thierney también descubrió que:

a) Manipulaban las antiguas creencias religiosas por motivos económicos.
b) Lo que realmente hacían era seguir la tradición del pasado.
c) Eran los ricos los que asesinaban a las víctimas.

3. Los linchamientos que empiezan a denunciarse en Bolivia después de 2013

a) seguían las mismas pautas y se remontaban a una tradición antigua.
b) Fueron aceptados por el Ministerio de Justicia.
c) Solo se daban entre indígenas.

4. La mayoría de las víctimas de los linchamientos
a) Eran delincuentes de delitos muy graves.
b) Eran delincuentes de delitos de poca importancia.
c) Eran delincuentes de todo tipo de delitos.

5. Para el autor del texto
a) Las tesis de ligar violencia a tradición indígena es acertada.
b) Las tesis de ligar violencia a tradición indígena carece de fundamento.
c) Las tesis de ligar violencia a tradición indígena es solo verdad en parte.

6. La causa real de esta justicia violenta y salvaje, para Juaristi
a) Se debe a la corrupción del Estado.
b) Se debe a que hay gobiernos comunistas.
c) Las personas se sienten abandonadas por el Estado.

Comentario personal: la justicia indigenista en Bolivia https://www.youtube.com/watch?v=Xu_eYZ_DIFI

Indigenismo  Jon Juaristi
Hace treinta años, el escritor norteamericano Patrick Tierney publicó un libro en el que daba cuenta de los resultados de su investigación sobre rumores acerca de recientes sacrificios humanos en comunidades indígenas de la región andina en torno al lago Titicaca. En The highest altar (1989), publicado en España dos años después por Muchnik Editores con el título de Un altar en las cumbres, Tierney atribuía este supuesto retorno de la inmolación ritual de víctimas humanas a un sincretismo entre las antiguas creencias prehispánicas y los cristianismos evangélicos. Documentó tres casos de sacrificios en la zona de Yunguyo, entre 1982 y 1987. Según sus informantes, los tres habrían sido ordenados por hombres ricos y llevados a cabo por chamanes locales. «Los peores elementos del pasado andino –escribía Tierney– estaban siendo utilizados por poderosos empresarios [de la coca] para mejorar sus negocios».
Tres décadas después, el fantasma de los sacrificios humanos vuelve a transitar por los mismos escenarios. A finales de 2013, el Ministerio de Justicia boliviano reconoció que se habían cometido ese año en el país setenta y nueve linchamientos. Las víctimas habían sido quemadas o enterradas vivas en la mayoría de los casos, lo que sugería la existencia de un patrón ritual. Por su parte, los linchadores y sus convecinos apelaban a una justicia indígena ancestral. Los linchados eran pequeños delincuentes, violadores, asesinos algunos de ellos, pero, por lo general, ladrones y rateros de poca monta. Ladrones de pobres, eso sí, protegidos, según sus verdugos, por una policía venal que desoía las denuncias o los ponía en la calle nada más detenerlos.
Desde entonces, los linchamientos se han multiplicado en Bolivia y se extienden con rapidez a otros países. Los antropólogos más serios (y más críticos que Tierney con las declaraciones de sus informantes) niegan que tengan relación alguna con sincretismos o antiguas justicias comunitarias. Las formas en que se producen los linchamientos son muy variadas. Aunque el fuego parece ser la preferida, también se dan ahorcamientos, apaleamientos e incluso otras más refinadas, como atar a la víctima, untada de miel, junto a un hormiguero. Según los antropólogos, se trata de una violencia urbana, suburbial, característica de sociedades desestructuradas. La invocación a una justicia ancestral que los propios linchadores desconocen (y que, en realidad, debe mucho a los discursos indigenistas de Evo Morales) parece responder a la necesidad de dar algún sentido a una violencia caótica y reactiva, nacida de la angustia que produce saberse inerme y desprotegido ante la violencia criminal.
Lo que no parece ser casual es que estos fenómenos supuestamente atávicos se produzcan en un espacio y en un tiempo caracterizados por el retorno del nacionalismo revolucionario, es decir, por el avatar del comunismo en la América hispana tras la caída del sistema soviético. En los países donde ha logrado imponerse, como en Bolivia o Venezuela, el Estado ha perdido su función primordial, la de asegurar la protección de los ciudadanos mediante el monopolio de la violencia legítima, en beneficio de la inveterada concepción comunista del Estado como instrumento de la revolución. Pero cuando el Estado renuncia a su función primordial, sea por complicidad con el crimen o por lenidad buenista, la sociedad le arrebata el monopolio de la violencia, y florecen el crimen organizado, el terrorismo y las diversas variantes de la venganza privada. Entre ellas, el linchamiento, que es la violencia de las víctimas cuando se les priva de la justicia y del amparo de la ley.

COMPRENSIÓN:
-Señala el significado de las palabras siguientes en el contexto en que aparecen: indigenismo, inmolación, chamanes, sacrificios humanos, ritual, linchar/linchamiento, patrón, sociedades desestructuradas, ancestral, avatar, inveterada, lenidad buenista, reactiva, atávico.

Elige la respuesta que mejor refleje el sentido general del texto.

1. Las investigaciones de Thierney pretendían demostrar que los sacrificios humanos:

b) se debían a antiguos rituales religiosos indígenas.
b) estaban causados por una interpretación del Evangelio
C) Obedecían a una mezcla de la fe cristiana y la precolombina.

2. Thierney también descubrió que:

d) Manipulaban las antiguas creencias religiosas por motivos económicos.
e) Lo que realmente hacían era seguir la tradición del pasado.
f) Eran los ricos los que asesinaban a las víctimas.

4. Los linchamientos que empiezan a denunciarse en Bolivia después de 2013

d) seguían las mismas pautas y se remontaban a una tradición antigua.
e) Fueron aceptados por el Ministerio de Justicia.
f) Solo se daban entre indígenas.

5. La mayoría de las víctimas de los linchamientos
d) Eran delincuentes de delitos muy graves.
e) Eran delincuentes de delitos de poca importancia.
f) Eran delincuentes de todo tipo de delitos.

6. Para el autor del texto
d) Las tesis de ligar violencia a tradición indígena es acertada.
e) Las tesis de ligar violencia a tradición indígena carece de fundamento.
f) Las tesis de ligar violencia a tradición indígena es solo verdad en parte.

7. La causa real de esta justicia violenta y salvaje, para Juaristi
d) Se debe a la corrupción del Estado.
e) Se debe a que hay gobiernos comunistas.
f) Las personas se sienten abandonadas por el Estado.


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Comentario personal: la justicia indigenista en Bolivia https://www.youtube.com/watch?v=Xu_eYZ_DIFI


Expresión oral. Situaciones

EXPRESIÓN ORAL     Situaciones. 

1- Está usted en el supermercado y atropella con su carrito a una señora mayor. ¿Qué diría usted?
2- Un amigo suyo ha engordado muchísimo al dejar de fumar y quiere adelgazar. ¿Qué le aconsejaría?
3- Dejó su coche en el taller para se lo repararan. Cuando va a recogerlo, le cobran el 50% más de lo que le habían presupuestado. Reclame.
4- Ha tenido usted un accidente. Explique lo que ha pasado desde su punto de vista.
5- Llega usted a una gasolinera con el depósito casi vacío. No lleva usted mucho dinero y en la gasolinera no aceptan tarjetas de crédito. No hay otra gasolinera en muchos kilómetros a la redonda. ¿Qué diría usted?
6- Un hermano de su novia se va de viaje al extranjero por primera vez. Usted tiene una larga experiencia en viajes. ¿Qué consejos le da?
7- En el tren pierde usted el billete. Cuando llega el revisor, ¿cómo trata usted de convencerle de que no está mintiendo?
8- Va usted a recoger una chaqueta a la tintorería. Es una chaqueta cara. Cuando la examina, observa que faltan dos botones y que hay una mancha blanca en el cuello. Quéjese y pida una compensación.
9- Empieza usted un curso de especialización y el profesor le pide que se presente ante sus compañeros.
10- En una entrevista de trabajo le preguntan con qué tipo de gente se lleva usted bien. ¿Qué responde?
11- El otro día discutió ud. con un vecino por alguna razón. Cuénteselo usted a un amigo.
12- Explíquele a un amigo cuáles son las ventajas de tener un seguro de automóvil a todo riesgo.
13- Explíquele a un amigo con detalle cómo se hizo usted la herida que tiene en la pierna.
14- Pídale a un amigo que le deje alojarse en su casa mientras le arreglan la cocina de la suya.
15- Explíquele a un amigo lo que haría si le tocara la lotería.
16- Acaba usted de comprar un ordenador. Pregunte sobre todas las posibles eventualidades que le puedan ocurrir con el aparato para estar seguro del seguro posventa que se le ofrece.
17- Va usted a una entrevista de trabajo. Le solicitan que explique con detalle cómo nació su interés por la actividad que tendrá que desempeñar si consigue el empleo.
18- Dé instrucciones precisas a un amigo sobre el uso y el cuidado de un aparato complejo que usted le presta.
19- Va usted a hacer una entrevista de trabajo. Cuando está aparcando el coche, choca con un coche aparcado y su dueño se pone furioso. Al entrar en la habitación donde se celebra la entrevista, se da cuenta de que el dueño del coche es la persona que va a entrevistarle.
20- Un amigo le llama a las tantas de la madrugada para decirle que va a suicidarse.